BIO

 

ACERCA DE MÍ
 
Soy Fernanda, creadora de La Mae. 
Mujer de tierra, nacida bajo el signo de Virgo. Madre de dos hijos, aprendiz eterna, apasionada por las artes mágicas y esotéricas. Amo investigar lo relacionado a los misterios cíclicos.
Diseñadora de formación, trabajé en retail por 16 años. Al gestar por segunda vez y luego de un parto en casa íntimo y sanador, entré en crisis. Ya no me sentía cómoda con mi trabajo, mi corazón estaba en otro lugar. Deseaba con tanta fuerza maternar, ver cómo crecían mis hijos, disfrutar mis ritmos. Fue en este sutil estado de integración, incertidumbre y despojo, que quise compartir con otr@s estos procesos y sus aprendizajes. Así nació La Mãe.
 
ACERCA DE LA MAE 
La Mãe tardó en tener un nombre: una suave voz femenina me sopló este sonido al oído. Me pareció preciso, coherente con el sentir que quería ser nombrado. Entonces no sabía su significado: La Madre en portugués. 
 
EL CAMINO QUE ME TRAJO HASTA ACÁ
Este largo proceso de transformación, comenzó años atrás. La muerte de mi padre y todo lo que esa experiencia significó para mí, me cambió por completo. Me devolvió el sentido tras haber perdido el rumbo. Emprendí una búsqueda lenta y dedicada de un “algo más”, que fue el inicio de esta alquimia interior. Me nace celebrar el desapego y el dolor que crearon, cual compost, el suelo fértil para que fuera posible la realidad presente.
Las herramientas aliadas de este camino se me han ido presentando. El tarot fue lo primero. La magia, la cábala, la astrología. Profundizar en estos saberes antiguos se volvió lo más apasionante del mundo. Me sumergí en estos estudios y acepté el desafío y la responsabilidad que implica penetrar en los lenguajes de lo invisible. 
Luego vinieron las alquimias botánicas, las plantas y sus medicinas, ese vergel que fue floreciendo y que capturó mi atención. Ahora, las enseñanzas tenían aromas. Pequeños frascos de aceites esenciales fueron los vehículos que me devolvieron a los sentidos.
A inicios del 2021, el anhelo de usar mis manos para crear, hizo surgir la medicina de la arcilla. Vino entonces la integración del cuerpo: toda yo involucrada por completo en el hacer meditativo, fue algo que me tocó en lo profundo.
Reviso mi historia y reconozco en mí, la búsqueda por encarnar los conocimientos que estaban antes en el plano de lo etéreo. Lo que se va incorporando hace que cada vez baje más a tierra.
Agradezco y honro los giros de la rueda que ponen todo en su lugar, brindándonos la capacidad de reinvención. Nos recuerdan el ser infinito que somos, nos abren a una vida más coherente y plena de sentido.
Cada persona tiene su propia historia de búsquedas personales. Espero que al compartirte la mía, te sientas acompañad@ en la tuya.
Gracias por estar aquí, gracias por leerme.



                                               
 Kairos Kai Synchronia
con amor,
Fer